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Ana González Fernández de Tejada

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La lengua romance

El habla vulgar de antes del siglo XI, era una lengua nueva que convivía con el latín de los eruditos. Se despreciaba y se le llamaba "rusticus sermo". Era un latín vulgarizado que intentaba acercar las formas latinas a la recién nacida fonética romance. Osea, que mezclaba latín con romance. La palabra "romance" se referia a la lengua hablada . Era un nombre equivalente a "lengua vulgar".

Los dos primeros documentos escritos conservados de esa lengua vulgar son las Glosas Emilianenses y las Glosas Silenses. Las glosas Emilianenses se encuentran en mi tierra, "La Rioja", osea que no quepo de gozo cuando le digo a alguien que vengo del mismo sitio donde nació El Español. Se encuentran en los monasterios de San Millán de la Cogolla (Yuso y Suso). Las Glosas Silenses se encuentran en el monasterio de Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos. Los escribas y los monjes tenian como labor anotar en los márgenes de escritos latinos la traducción al castellano de palabras y frases.

En la Edad Media, los reinos cristianos de Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, León y Galicia, ya estaban formados. El reino más extenso era Castilla. el fraccionamiento político influyó sobre el lenguaje y por eso se originaron rasgos que les diferenciaban. Así que los dialectos diferenciadores en ese momento eran el gallego-portugués, el leonés, el castellano, el navarro-aragonés y el catalán, en el Norte. En el Sur, los dialectos mozárabes, que estuvieron aislados de los demás y evolucionaron muy lentamente.

El castellano evolucionó con más rapidez que los demás dialectos. Empezó a extenderse rápidamente por el Norte, Centro y Sur de la Península. Castilla había conseguido la hegemonía política y por eso su dialecto, el castellano, se convirtió en la lengua de toda la comunidad hispánica. Así que después de los primero balbuceos del castellano escrito con las Glosas del siglo X, estos continuaron en el siguiente siglo con diversos poemas.

La consagración definitiva del inicio de la literatura en lengua castellana, fué el Poema de Mío Cid, obra maestra de nuestra poesia épica, en el año 1140.