Antecedentes

Antes de que el latín llegara a nuestras tierras en los siglos X y XI antes de Cristo,  convivían en la península diversas lenguas conocidas como ibéricas o prerromanas: tartesio, céltico, celtibérico e ibérico. Existía junto a ellas otra lengua, una de las más antiguas de la Península: El vasco (o eusquera). Es la única lengua prerromana que sobrevivió al proceso de latinización de nuestra España. Existen diversas teorías sobre su origen, aunque todavía sigue siendo una incógnita. En  la actualidad se habla en las tres provincias vascas y en Navarra, conviviendo con el castellano.

En aquella época, además de las lenguas prerromanas, también estaban presentes las lenguas de colonización, habladas por fenicios, cartagineses y griegos. Estas lenguas eran habladas casi en exclusiva en entornos comerciales. Han dejado alguna huella en monedas y topónimos.